¿Cómo involucramos a la familia? ¡¿Cómo lo van ha tomar? Son preguntas frecuentes que nos hacemos los docentes cuando observamos que un niño puede ser diagnosticado con TDAH.
Es la familia quien en muchos casos observa en su hijo hija
la dificultad de atención, concentración, control de impulsos, el nivel de
actividad, si sospecha de que pueda tener TDAH
acudirá con su niño al pediatra para que ese les remita a los especialistas de este trastorno,
con el fin de que conseguir un diagnostico que se lo entregarán con un informe
clínico y las medidas a adoptar.
Si un maestro sospecha de que un niño tiene TDAH, informará
al equipo docente y al departamento de Consejería Estudiantil llamado también equipo de orientación con la
autorización de la familia se aplicará una evaluación psicopedagógica, se
realizará un informe con el fin de aportar con información al pediatra y para que él remita al equipo de profesionales
que trabajan con este trastorno.
Cuando se entrega el diagnostico al colegio el equipo de Consejería
Estudiantil, este realiza una valoración psicopedagógica con la autorización de
la familia y con el fin de determinar las necesidades educativas, dar a los
docentes pautas de actuación y también a la familia, todo esto se debe dar por
escrito.
La familia es el primer núcleo socializador de los niños, y
representa un factor protector en las dificultades de aprendizaje, esto implica grandes responsabilidades e
interrogantes sobre cómo hacerlo para no cometer errores, a pesar de los esfuerzos
que se hacen se realiza equivocaciones y en muchos casos aparece el sentimiento
de culpa e incompetencia y este puede
ser un ingrediente de interferencia en
el aprendizaje.
Son los padres quienes indiscutiblemente tienen que
estar involucrados en el proceso de
formación de sus hijos y necesitan revisar y valorar sus actitudes para con sus hijos y las características
conductuales que presentan, se debe buscar información y asesoramiento.
La opinión de los adultos padres, profesores, el proceso escolar constituyen uno de los
factores más decisivos en la formación
de la autoestima. Es por esta razón que los adultos cercanos a los niños con
TDAH reconozcan de manera sincera las virtudes y cualidades que posee el niño.
Los padres de los niños deben proteger y a la
vez fomentar la autonomía para que vaya
construyendo una capacidad crítica que le permita crecer y desarrollarse de una
manera más segura.
La comunicación permanente de casa y escuela permitirá que
se logre acuerdos referentes a las
normas de convivencia y disciplina, con
coincidencia de reglas y consecuencias y
esto ayuda a un mejor desempeño social. Como también el conocimiento de las adecuaciones en el
proceso enseñanza aprendizaje que el docente va a trabajar en beneficio del
éxito del niño.
La intervención de la familia en un tratamiento debe procurar
tener una actitud positiva y
constructiva hacia el niño y las situaciones que se genera por su condición y
coordinar el trabajo de los profesionales que atienden a su hijo transmitiendo
la información, las recomendaciones que
dan y en el mejor de los casos coordinar reuniones con todo el equipo
multidisciplinario con el fin de conjugar
acciones para beneficio del niño, para que logre sus metas sociales y
académicas.